La Clorhexidina, una biguanida sintética, es una piedra angular en el campo de los antisépticos y desinfectantes, ampliamente reconocida por sus potentes propiedades antimicrobianas. Comprender su naturaleza química y mecanismo de acción es clave para apreciar su importante papel en la atención sanitaria, la atención dental y la higiene personal.

Químicamente, la Clorhexidina es una bisbiguanida catiónica. Su estructura molecular, representada como C22H30Cl2N10, presenta dos grupos biguanida unidos por una cadena de hexano, con grupos clorofenilo adjuntos. Esta naturaleza catiónica es fundamental para su actividad antimicrobiana. A pH fisiológico, las sales de Clorhexidina se disocian, liberando moléculas de Clorhexidina cargadas positivamente. Estos cationes cargados positivamente son atraídos por los sitios cargados negativamente en la superficie de las paredes y membranas celulares bacterianas.

El mecanismo de acción principal implica esta interacción electrostática. Tras la unión a la superficie de la célula bacteriana, la Clorhexidina altera la integridad de la membrana celular. Esta alteración provoca la fuga de componentes intracelulares esenciales, como el líquido citoplasmático y el material genético, fuera de la célula. A concentraciones más bajas, esto conduce a un efecto bacteriostático, inhibiendo el crecimiento bacteriano. Sin embargo, a concentraciones más altas, el daño es más severo, lo que resulta en lisis celular y muerte, un efecto bactericida.

Esta actividad de amplio espectro se extiende a una amplia gama de microorganismos, incluyendo bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, así como levaduras. Si bien es eficaz contra muchas bacterias, es importante tener en cuenta que la Clorhexidina no es eficaz contra esporas bacterianas o ciertos virus como el poliovirus. Su eficacia también se ve influenciada por el pH, con una actividad óptima que ocurre en un entorno neutro a ligeramente alcalino.

La Clorhexidina suele estar disponible en formas de sal, como gluconato de Clorhexidina (CHG), diacetato de Clorhexidina y diclorhidrato de Clorhexidina. El gluconato de Clorhexidina es particularmente popular debido a su alta solubilidad en agua, lo que facilita su formulación en diversas soluciones y productos. Esta combinación de estructura química, interacción electrostática con los microbios y la consiguiente alteración celular hace de la Clorhexidina un agente antiséptico altamente eficaz y fiable.